Christian Hosoi, Rise Above

Es difícil expresar con palabras el impacto que ha tenido una leyenda como Christian Hosoi en el mundo del skateboarding. La vida ha estado llena de lo que él llama “marcadores espirituales”. Hosoi, de Huntington Beach, CA., es skater profesional y pastor asociado de Sanctuary Church. Durante su apogeo, desde finales de los ochenta hasta principios de los noventa, fue el rebelde más popular del skateboarding. Pero su vida también estuvo marcada por grandes altibajos, fue adicto a las drogas, pasó por la cárcel, pero pudo revertir ésta situación llegando a convertirse en un hombre de Dios. Los marcadores espirituales estaban allí, pero tomó mucho tiempo verlos.

Hosoi formó parte de un influyente grupo de patinadores como Eric Dressen, Natas o Aaron Murray, que estaban llevando el deporte hacia nuevas direcciones en Venice. Dotado de talento en bruto, Hosoi contrastaba directamente con su principal rival, Tony Hawk. Mientras que Hosoi se basaba en la velocidad, potencia y en su clásico truco, «Christ Air», Tony Hawk se destacaba por su técnica y sus trucos. Los skaters respetaban a Hawk, pero se sintieron más atraídos por Hosoi por su gran personalidad. 

Justo cuando comenzó su ascenso, el skateboarding sufrió una recesión. Durante varios años, los concursos y las ganancias fueron esporádicos, pero él se mantuvo firme y comenzó su propia empresa de skate. Su tabla característica era el Hammerhead. El diseño fue revolucionario e influyó en una generación de skaters y empresas. Se volvió común en la industria tener modelos de tablas exclusivos con formas originales o extrañas. Gran parte de esto se debió a Christian Hosoi y su popularidad. Su influencia fue más allá de su habilidad sobre una tabla.

A mediados de los noventa la vida de Hosoi se convirtió en una espiral de adicción y problemas financieros. En enero de 2000 fue arrestado, acusado y condenado por tráfico de metanfetamina. Cumplió cuatro años de prisión y fue liberado en 2004. Según todos los informes, su tiempo en prisión le salvó la vida. Con la ayuda de su novia superó su adicción, encontró a Dios y cambió su vida.

En la actualidad viaja por el mundo haciendo demostraciones, y como pastor asociado de la Sanctuary Church, Hosoi ofrece un mensaje de esperanza y utiliza el skateboarding para difundir la fe. Su estilo natural para patinar ha sido imitado muchas veces, pero nunca replicado. Es y será un embajador para el skateboarding, ya que fue distinguido como uno de los skaters más influyentes de todos los tiempos.