On The Road, el libro que inspiró a Jim Morrison y Bob Dylan
Unidos por el rechazo a los valores clásicos estadounidenses, el uso de las drogas como búsqueda de nuevas dimensiones visionarias, el nomadismo o la libertad sexual, estos son algunos de los componentes que realizaron la conexión entre Jim Morrison y Bob Dylan con la Generación Beat.
El libro más famoso de la generación Beat, On the Road de Jack Kerouac, es el favorito de muchos artistas. Según Sean O’Hagan de The Guardian, Bob Dylan dijo: «Cambió mi vida como cambia la de todos los demás. Sin el libro no existirían obras como «Fear and Loathing in Las Vegas» o películas como «Thelma and Louise», «Paris, Texas» o «Easy Rider».
Bob Dylan escribió su única novela: Tarántula. De porte experimental, la crítica declaró que su prosa es inferior a su lírica. En ella, el autor de Like a Rolling Stone buscó emular el estilo de Burroughs, Ginsberg y Kerouac.
La importancia de Kerouac es tal que en la biografía «Light my Fire: My Life With The Doors», Ray Manzarek, tecladista de la banda, dijo que si Kerouac no hubiera escrito el libro, seguramente la banda nunca hubiese existido.
Para Jim Morrison el libro fue una fuente de inspiración muy importante en la vida y obra del cantante, On the road de Jack Kerouac fue uno de sus libros preferidos, imitando la forma de hablar de sus personajes y copiando párrafos enteros en sus cuadernos.
Al hablar sobre los orígenes de la canción «L.A. Woman», Manzarek dijo que Morrison se remontaba a los poetas que amaba cuando se le ocurrió la melodía final, y la calificó como «una canción sobre conducir locamente por la autopista de Los Ángeles, ya sea dirigiéndose a Los Ángeles o saliendo por la 405 hasta San Francisco. Eres un beatnik en la carretera, como Kerouac y Neal Cassady, corriendo por la autopista tan rápido como puedes”.
Con Morrison jugando con las palabras que salen de su boca, la canción es una odisea de un viaje por carretera a través del lado sórdido de Los Ángeles, con Morrison cantándole a una compañera o a la ciudad misma. Puede que The Doors haya sido una de las fuerzas más singulares de la música de Los Ángeles, pero el amor de Morrison por la palabra escrita se filtra en cada línea de esta canción.