Lost Satellite es el proyecto de Álex Ortiz, un músico con especial querencia por los sonidos del rock de los años noventa con influencias de Mark Lanegan, de QOTSA y muchos otros artistas de aquella época.

El nuevo material de Lost Satellite muestra un rock elegante, denso en ocasiones, atmosférico en otras y excepcionalmente bien cuidado por parte la banda que ha trabajado ni más ni menos que con el productor Alain Johannes.

En sus once canciones, la banda apuesta por un enfoque puramente noventero en sonido y setentero en muchos arreglos. El disco trata de las relaciones humanas, de la vida en general y del aburrimiento. Las estructuras lineales están impulsadas por letras profundamente personales pero de alguna manera todavía esotéricas y coloreadas por instrumentación psicodélica.

Las canciones finales del disco como «Out Of Nothing», «No Morning After» o el cover «One Way Street» te llevan por un viaje emocional donde se implementan una amplia variedad de influencias, ya que se pueden escuchar rastros de varios géneros como folk, blues, rock psicodelico. Es un trabajo de producción limpio evitando que las cosas se vuelvan demasiado borrosas, pero conservando una composición arremolinada, casi turbia.