Butcher Billy, un genio que mezcla el pop art con los comics

Con la aparición del pop art durante la década de los cincuenta, con el colectivo de artistas llamado el Grupo Independiente y su efecto en esa misma década y la de los años sesenta en Estados Unidos, explotó una ola estética que usaba elementos del cómic, la sátira y la publicidad. Dos de los artistas más influyentes fueron Roy Lichtenstein y Andy Warhol. Sus obras tuvieron un impacto comercial que le dio otras miradas al arte de galería.

Bajo ese contexto, aparece Butcher Billy, un artista brasilero que inspira su nombre en una anécdota familiar, en la que un antepasado suyo de origen irlandés, se ganó el apodo de “Butcher” por luchar durante la Guerra de la Independencia de Irlanda con un cuchillo.

Butcher Billy es un artista que sabe cómo incluir a los iconos de la cultura popular, la política y el post-punk, con un toque de humor, ironía y sarcasmo en el arte digital propio del siglo XXI. Entre lo vintage y lo actual, lo real y lo ficticio, Billy Butcher propone una mirada distinta cruzando la línea de lo políticamente correcto para mostrar una cara con rasgos verdaderos dentro de un mundo imaginario. Este cruce en sus obras de arte pop contemporáneo, nos lleva a ver héroes de ciencia ficción en la carne de leyendas reales, tomando personalidades tanto del mundo de la música como personajes de series/películas, artistas populares y hasta algunos políticos para generar una unión de sentidos entre esa persona en la vida real y la visión en sus obras. De sus trabajos más destacados encontramos obras de Trainspotting, David Bowie, Robert Smith, Joy Division, La Naranja Mecánica y Morrissey, entre tantos otros.

“Me gusta crear libremente, y luego darme cuenta de que las piezas de esa obra de arte están influenciadas por el humor de una película de Tim Burton, las pinceladas de una pieza de Salvador Dalí, con una banda sonora de un álbum temprano de David Bowie“.

Desde 2012, y a través de internet, sus trabajos se difundieron por todo el mundo y esto le trajo reconocimiento en galerías de arte contemporáneo en San Francisco, Chicago, Miami, Dubai o Londres y le generó trabajos como colaborador con marcas reconocidas mundialmente, entre ellas ESPN, Michael Jordan y Billboard a Winsor & Newton.