Walkman: la música nunca había sido tan personal

El temor de haber salido de casa y darte cuenta de que has olvidado tus auriculares es algo que la mayoría de nosotros conocemos muy bien. Antes de la era del streaming y las descargas digitales, el Walkman era el primer paso hacia un mundo más amplio de experiencias musicales personales. Concebido en 1979 por la empresa de tecnología japonesa Sony, rompió la idea de que la música era algo que podía disfrutarse únicamente en casa o en conciertos.

De este modo, el Walkman proporcionó una experiencia auditiva totalmente privada y completamente unidireccional. A diferencia de un concierto de música en vivo, donde la relación entre el público y el artista te llevan a una manifestación de emoción, el Walkman no requería que los oyentes respondieran de ninguna manera en particular. Sony revolucionó la forma en que escuchamos música. Nos permitió llevar la música a prácticamente todos los lados: solo se necesitaba una buena colección de cassettes, unos auriculares y pilas suficientes para que la música se convirtiera en el principal medio de entretenimiento. El hecho de que pudieras usar tu Walkman en cualquier lugar cambió eso; La música nunca había sido tan personal.

 

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La popularidad del Walkman a lo largo de la década de los ochenta generó varios debates. Para algunos, el Walkman señaló una mayor elección y libertad personal; una forma de controlar y, hasta cierto punto, eliminar el ruido externo no deseado, especialmente en un entorno urbano, y una nueva y emocionante forma de escuchar música. «Es agradable escuchar a Pavarotti en lugar de las bocinas de los autos», había dicho Andy Warhol sobre los Walkman. Para otros, la popularidad de los estéreos personales se identificó con un creciente énfasis en lo individual y personal, en contraposición a lo social y comunitario.

A pesar del pánico moral en torno al comportamiento antisocial percibido, las relaciones se formaron en torno al intercambio de cassettes, el precursor de la lista de reproducción moderna de Spotify, lo que marcó un momento en la cultura de consumo en el que los oyentes tomaron control sobre lo que escuchaban y en qué orden. Esta individualidad que introdujo el Walkman allanó el camino para la tecnología ahora omnipresente, como las computadoras portátiles y los teléfonos móviles, convirtiéndose en la primera pieza de tecnología personal que se consideró interesante para caminar.

El Walkman, con sus grandes botones y sus auriculares de gran tamaño, son una de las imágenes predominantes de los años ochenta y noventa y uno de los mayores cambios en la escucha de música, la tecnología y el estilo de vida antes o después. Su legado perdura en nuestra memoria y en la forma en que escuchamos música en la actualidad.

El Walkman de Sony ocupa un lugar especial en los corazones de los coleccionistas de música. Su atractivo vintage y su valor nostálgico lo han elevado a la categoría de pieza de colección. Los modelos Walkman originales de las décadas de los setenta y ochenta son muy buscados por los entusiastas que aprecian la importancia histórica y el diseño icónico del dispositivo.