U2, Where The Streets Have No Name

Bono obtuvo la inspiración durante un viaje a Etiopía y toda la letra es un esfuerzo por tratar de expresar los sentimientos producidos a raíz de dicho viaje. «Todo esto sobre los desiertos y la tierra seca, escribí esas cosas sentado en una pequeña tienda en una ciudad llamada Ajibar, al norte de Etiopía», dijo Bono en 2005. Pero la letra no sólo tiene sus raíces en el desierto africano, sino en la identidad irlandesa. El título, de hecho, está basado en una particular creencia de Irlanda del norte.

La letra está inspirada en una historia que Bono escuchó sobre las calles de Belfast, Irlanda del Norte, donde la religión y procedencia de una persona se hacen evidentes al saber la calle en la que vive. El cantante recuerda:  “Una vez alguien me dijo que en Belfast se puede saber tu religión y cuánto dinero ganas dependiendo en qué calle vivas. Mientras más arriba de la colina vivas, las casas son más caras. Entonces comencé a escribir sobre un lugar donde las calles no tienen nombre».​ 

“Where the Streets Have No Name» es un bosquejo de un lugar tal vez espiritual y romántico. Quería expresar un sentimiento. Normalmente me siento claustrofóbico en las ciudades y me quiero ir a un lugar donde los valores de la ciudad y de nuestra sociedad no te retengan ahí».

 

El vídeoclip, un homenaje a The Beatles

 

La banda originalmente había planeado filmar la escena en el techo de un edificio en la ciudad de New York, pero se les negó el permiso. Así que recurrieron a Los Ángeles, eventualmente encontraron una persona dispuesto en ayudarlos y les permitió usar su azotea.

U2 grabó el vídeo en Republic Liquor Store en la esquina de 7th y Main Street en Los Ángeles. Antes de filmar, el techo se reforzó en una semana, para asegurar que no se rompería si un grupo de fans se subía allí. Se colocó en la terraza un generador de respaldo para que la filmación pudiera continuar en caso de que las autoridades desactivaran el primero, lo que finalmente ocurrió. 

La actuación de la banda en una azotea en un lugar público era una referencia al concierto final de The Beatles. «El objetivo era cerrar las calles. Si hay una cosa que la gente odia en Los Angeles es que corten sus calles, y siempre hemos sentido que las bandas deben sacudir las cosas. Lo logramos porque la policía nos detuvo la filmación. ¿Estábamos preocupados por si nos arrestaban? No en aquel momento», comentó Adam Clayton, bajista del grupo.

La presentación de “Where the Streets Have No Name” en la azotea de Los Ángeles se ha convertido en uno de los momentos más memorables en la historia del rock.