Cuando Thurston Moore se mudó a la ciudad de New York en la década de los setenta toda su vida cambió. Comenzó a sumergirse en las escenas punk y no-wave que florecían bajo tierra, asistiendo a los conciertos del CBGB. Thurston Moore describió ese período como «un mundo completamente nuevo, una nueva identidad musical que era una opción para la cultura juvenil».

«Ciertamente vi a los Ramones tocar mucho en el CBGB. Luego, cuando puse en marcha mis propias cosas, continuaron y me interesé menos en los Ramones, pero siempre ocuparon un lugar muy importante en mi corazón. Si alguien me hubiera dicho en ese entonces que para cuando tenga 40 y ahora 50, que cada uno de los cuatro Ramones originales habría fallecido, habría pensado ‘Estás loco, estos tipos son inmortales’. Pero se ha hecho realidad, cada uno de ellos se ha ido. ¿Qué tan raro es eso? Lo que sucedió más tarde fue que cuando Sonic Youth tocaba en festivales, a veces estábamos en el mismo cartel que los Ramones y puedes verlo en la película 1991: The Year Punk Broke de Dave Markey. Hay una parte en la que tocamos con los Ramones. Siempre recuerdo muy bien ese momento, pero no hicimos amigos con ellos ni nada».

«Para mí, ejemplifican una ruptura con el pasado; siempre me ha encantado esa historia de los Ramones tocando en The Roundhouse, con todos los punk rockers como Joe Strummer, Sid Vicious y Johnny Rotten. Lo que vio esa gente fue esta potencia de precisión: un ataque bien ensayado y súper enfocado. Joe Strummer dijo que eso cambió todo; esa idea de disciplina, de salir y ser tan bueno porque ensayaban mucho y estaban tan unidos. No hay desorden. Eso significó mucho. Si algo importante resultó de que los Ramones fueron los antepasados del punk rock, fue ese intercambio», había comentado el músico en una entrevista para The Skinny.

Además de la inspiración de los Ramones, el enfoque revitalizante de Moore hacia la música estuvo impulsado por un profundo amor y respeto por una amplia gama de artistas, que abarcaban la psicodelia de la década de los sesenta, el punk experimental con infusión de jazz y el acid folk.