En mayo de este año, The Hives anunciaba el lanzamiento de su nuevo álbum. Randy Fitzsimmons, el infamemente reservado y potencialmente ficticio fundador de la veterana banda sueca de garage rock, había fallecido. O al menos así es como ciertamente apareció. Una serie de demos que había dejado atrás ayudaron a formar la base del sexto disco titulado apropiadamente ‘The Death Of Randy Fitzsimmons’.

La muerte de Randy Fitzsimmons marca el comienzo de un regreso explosivo. Cada canción sirve como testimonio de la marca característica de caos controlado de la banda: una combinación perfecta de agresión e inmadurez irónica que recuerda su sonido de sus comienzos. La composición del álbum fluye a la perfección, cada tema se fusiona con la siguiente, creando un fuego de estilo punk que arde a lo largo de toda la pieza.

Líricamente, el álbum contiene un descaro confiado. Sin embargo, esto no es un recuerdo de glorias pasadas, sino más bien una celebración del caos juvenil. Temas como «Crash Into the Weekend» y «The Bomb» son instantáneas chispas de la imprudencia adolescente, que encapsulan esa sed insaciable de picardía que no conoce límites.

En contraste, composiciones como «What Did I Ever Do To You?» profundizan en temas más importantes, capturando la decadencia de una relación y la sensación de pérdida que deja atrás. El álbum se cierra con «Step Out of the Way», que actúa como un signo de exclamación, un crescendo que deja al oyente con ganas de más.

El álbum se desarrolla como una montaña rusa implacable, un viaje emocionante que rechaza cualquier pausa o reflexión: un bucle perpetuo. Para aquellos que anhelan una exposición sin restricciones, ‘The Death Of Randy Fitzsimmons’ atrae. Es una fiesta de punk-rock que te invita a sacudirse las telarañas de lo mundano y abrazar un verano de travesuras sin diluir.