Argentina marcó el último show de Taylor Hawkins

La última actuación que todos recordaremos de Taylor Hawkins será en Lollapalooza Argentina, el 20 de marzo del 2022. En el evento, que se dio cita en el Hipódromo de San Isidro de Buenos Aires, tocaron sus más grandes éxitos y también tocaron canciones de su último trabajo ‘Medicine At Midnight’.

Durante dos horas y quince minutos, los asistentes del concierto cantaron, gritaron y rockearon al ritmo de los Foo Fighters. La mano maestra de Dave Grohl hizo que cada interpretación, por intensa que sea, no se presentara como una especie de sucesión de canciones al estilo de los Ramones, sino que manejó las intensidades y los aplausos de la gente para tomar envión. Allí es donde el resto de la banda respondió de maravillas y no titubeó en seguir la batuta que el líder fue manejando de manera improvisada en un constante doble juego: con el público y con sus compañeros.

 

El momento más emotivo de la noche del Lollapalooza

Aquella noche en Buenos Aires, uno de los momentos más emotivos fue cuando Dave Grohl y Taylor Hawkins intercambiaron roles, donde Dave pasó a la batería para que su compañero se dispusiera a cantar la clásica canción de Queen, «Somebody To Love».

Antes de que comenzara a cantar Taylor Hawikns, Dave Grohl lo presentó y le dijo al público argentino: «¿Saben que es lo mejor de Taylor Hawkins? Que es el mejor baterísta del mundo. Le queremos mucho».

Taylor Hawkins también tuvo palabras hacia Dave Grohl: «Quiero mucho a Dave Grohl. Estaría repartiendo pizzas si no fuera por Dave Grohl. Estaría dirigiendo el departamento de batería en un Guitar Center si no fuera por él».

El cierre del concierto de Foo Fighters en Argentina se dio con una atronadora versión del clásico «Everlong», mientras Dave Grohl prometió: “Vamos a volver. Si ustedes vienen, nosotros venimos”.

Unos días después de ese concierto, el querido baterista de los Foo Fighters, Taylor Hawkins, falleció en Bogotá a los 50 años poco antes de subirse a un escenario. Argentina fue testigo de la última vez que Taylor Hawkins subía a un escenario.