Hace treinta años comenzó a venderse en las disqueras el cuarto disco de la banda norteamericana de grunge, que contenía una canción que con el tiempo se transformó en un ícono del grupo. Su origen fue curioso, lo mismo su letra y su videoclip, todos aspectos que influyeron en su éxito.

“Black Hole Sun” de Soundgarden vino a romper el concepto creativo que la banda manejaba en sus discos anteriores. Su origen fue curioso, lo mismo su letra y su videoclip, todos aspectos que influyeron en su éxito.

En 2014, Chris Cornell, el vocalista de Soundgarden, reveló el curioso origen de Black Hole Sun. Mientras manejaba a su casa en Seattle (Estados Unidos), se acordó de algo que había escuchado en un noticiero de televisión y comenzó a pensar.

“Lo escribí mentalmente conduciendo a casa desde Bear Creek Studio en Woodinville, a 35 o 40 minutos en auto desde Seattle. Surgió de algo que dijo un conductor de noticias en la televisión y que escuché mal. Escuché ‘bla, bla, bla, agujero negro, sol, bla, bla, bla’. Pensé que sería un título de canción increíble. Lo que más me costó fue encontrar el sonido, pero todo salió bien, prácticamente todo el arreglo, incluido el solo de guitarra que se toca debajo del riff”, recordó en una entrevista con Uncut Magazine.

El ex-guitarrista de Soundgarden, Kim Thayil, reconoció que en un momento se había mostrado escéptico con Black Hole Sun. “Puede que me haya resistido un poco más porque no era necesariamente compatible con mi estilo de tocar la guitarra hasta que llegas al solo”, señaló a The Ringer.

Pero fue el ex-bajista de la banda, Hiro Yamamoto, que continuaba cercano a Soundgarden, quien convenció a Thayil. Todo, luego de que escuchara una de sus primeras versiones en un cassette. “Cuando terminó, simplemente dijo, sin dudarlo: ‘Ese es tu golpe. Esa es la canción’», rememoró el guitarrista.

Para el productor, Michael Beinhorn, “Black Hole Sun” fue como un rayo que cayó súbitamente, experiencia que nunca logró olvidar. “Hasta mi último suspiro voy a recordar lo que sentí cuando la banda tocó el tema por primera vez, escuché las primeras notas y el rayó me tiró al piso, quedé absolutamente desconcertado. Cuando pienso en ese día, siento escalofríos”, remarcó Beinhorn. En efecto, es difícil no caer rendido a esa primera frase perfectamente interpretada por Cornell: “En mis ojos, indispuesto, en disfraces que nadie conoce”.

Con su estribillo melancólico y una melodía hipnótica y psicodélica, el grupo ubicó la canción en el séptimo lugar del álbum. Y, además, optó por crear un particular videoclip inspirado en la película Blue Velvet de David Lynch.

Dirigida por el artista británico Howard Greenhalgh, es a la vez extraña y apocalíptica. En una entrevista con la banda, el grupo dijo que el video “fue enteramente idea del director” y “nuestra opinión fue que en ese momento al hacer videos, sólo queríamos fingir que tocábamos y disfrutar». “Black Hole Sun” es recordado tanto por sus cualidades sonoras épicas como por su extraño vídeo musical.

Muchas de las mejores canciones de la historia, no tienen precisamente un trasfondo épico ni surgen de situaciones meramente extraordinarias… “Black Hole Sun” de Soundgarden es una de ellas, y es también un tema que demuestra cómo pueden salir obras increíbles cuando solo tienes, en este caso, tres palabras como punto de partida.