Adore, una banda rompiéndose en pedazos

Para entender el álbum ‘Adore’, uno tiene que volver a visitar ‘Mellon Collie and the Infinite Sadness’ de 1995. El álbum doble generaría comparaciones con ‘The Wall’ de Pink Floyd. Billy Corgan lo describió una vez como «The Wall for Generation X». Mientras estaban de gira, a Jimmy Chamberlin se le mostró la salida y lo llevaron a rehabilitación después de que él y el tecladista de gira Jonathan Melvoin sufrieran una sobredosis de heroína juntos en la ciudad de New York (este último sucumbió a la droga).

Basta decir que la banda no disfrutó del éxito; fueron asfixiados por una intensa gira. Entonces, tres años después y luego de una gira con entradas agotadas, The Smashing Pumpkins regresaron a casa destruidos en lugar de salvarse. Billy Corgan, sin embargo, recibió los peores golpes: no solo tuvo que despedir a Chamberlin, sino que su matrimonio estaba terminando justo cuando su madre murió de cáncer.

«En ese momento, había tanta negatividad que simplemente no podía manejarlo», explicó Corgan en una entrevista a Radio.com. «Simplemente no estaba equipado para lidiar con eso. Para poner esto en contexto, 18 meses antes, ¡no pude equivocarme! Estábamos llenando estadios, estábamos en la televisión, la portada de Rolling Stone. Y lo siguiente que sabes, 18 meses después, eres persona non grata. No eres solo persona non grata para el mundo, eres también persona non grata para el sello discográfico, eso es un viento frío que sopla en tu espalda».

 

billy-corganEl cambio de sonido en Adore

 

‘Adore’ marcó un cambio en el sonido de la banda; Greg Kot de la revista Rolling Stone dijo que «no es un álbum tradicional; es una ruptura total con el pasado». Su anterior sonido, orientado a la guitarra, se sustituye por un sonido más tranquilo y orientado a la música electrónica, e incorpora caja de ritmos y sintetizadores. Para el lanzamiento, la banda se despojó de su imagen alternativa para pasarse a un look más gótico. Billy Corgan dijo: «Adore sonará como un álbum conceptual, pero sin concepto». 

Sin Chamberlin y tras un duro proceso de reconversión, Corgan, Iha y D’arcy se encontraban en una encrucijada a la hora de editar lo que sería su siguiente disco de estudio, que vendría a titularse ‘Adore’. En diciembre de 1997, comenzaron las grabaciones en Sound City de Van Nuys, California con el ex-batería de Soundgarden, Matt Cameron, mientras que se llamó a Joey Waronker, baterista de Beck para contribuir en algunas canciones. La versión original de «Pug», con la batería de Matt Cameron fue descrita por James Iha como «una marcha fúnebre de blues en modo menor». La versión final, sin embargo, usaron una caja de ritmos.

Además éste marcaba el primer trabajo sin el baterista Jimmy Chamberlin, También era el primer álbum en no incluir colaboraciones de James Iha como letrista. En esta etapa estaba componiendo canciones para su primer álbum solista, ‘Let It Come Down’.

 

Un Billy Corgan luchando bajo su peso psíquico

 

Gran parte de ‘Adore’  muestra a Billy Corgan luchando bajo su propio peso psíquico. ‘Adore’ fue un álbum construido a partir de los planos arquitectónicos de obras maestras del pop gótico del pasado, con su poesía íntima y sincera en «For Martha» y «Blank Page»; los lamentos torturados y ambientales como en «Behold! The Night Mare» y «Crestfallen». En «To Sheila» es Corgan hablando directamente al oyente como alguien que acaba de experimentar la pérdida de su madre, su matrimonio y su «alma gemela musical» después despidiendo al baterista Jimmy Chamberlin. Por su parte en «Ava Adore» y «Daphne Descends» muestra una rabia auto destructiva.

 

 

‘Adore’ siempre se caracterizará como el hijo bastardo de The Smashing Pumpkins que fue amado solo por unos pocos, pero ese amor fue fuerte. A pesar de haber sido uno de los álbumes más esperados de 1998, sólo vendió un millón de copias en Estados Unidos, siendo una cantidad muy inferior a los anteriores discos de los Pumpkins. No obstante, los críticos lo recibieron de forma muy positiva. Billy Corgan después llegó a denominar el álbum como el de “una banda rompiéndose en pedazos”.

Durante 72 minutos monocromáticos, ‘Adore’ es un álbum que transportará a cualquier oyente curioso a un mundo vampírico de canciones de cuna acústicas y botas de cuero negro. Y eso es muchísimo más de lo que la mayoría de las bandas pueden decir sobre su fase electrónica.