“Llevamos tanto tiempo en esta banda que realmente somos una familia”, dijo Dave Grohl durante el show principal de Foo Fighters en el Boston Calling Festival. “Y nuestras familias están con nosotros esta noche, porque necesitamos hacer esto juntos”.

Dave Grohl estaba hablando justo antes de tocar una versión en solitario de «Cold Day in the Sun», una canción que solía cantar con el difunto Taylor Hawkins. El miércoles a principios de semana, había desempolvado la pista por primera vez en cinco años, dando una actuación emotiva durante el show de calentamiento de Foo Fighters en Gilford, New Hampshire. «Traté de hacerlo la otra noche, y voy a intentar hacerlo de nuevo», dijo Grohl. «Y lo haré por la familia de Taylor, y lo haré por Taylor».

Shane Hawkins volvió a tocar la batería con los Foo Fighters

Si bien pudo superarlo esta vez sin ahogarse, el sentimiento emocional no fue menos poderoso. Fue aún más impactante porque inmediatamente después, Grohl dio la bienvenida a «uno de mis bateristas favoritos en el mundo», el hijo de Taylor Hawkins, Shane Hawkins. El baterista adolescente ya había demostrado sus habilidades durante los espectáculos de tributo a su padre en Londres y en Los Ángeles. 

Se unió a la banda para tocar «I’ll Stick Around», una de las canciones que tocó durante el tributo a Los Ángeles. Después de pasar algún tiempo ajustando el kit del nuevo baterista de Foo Fighters, Josh Freese, Dave Grohl le hizo una broma diciendo: «¡Oh, Dios mío, hay toque de queda, Shane!»,mientras fanfarroneaba sobre perderse The National y escuchar que la audiencia se estaba volviendo absolutamente loca por Niall Horan.

Él no fue el único miembro joven de la familia que se unió a la banda, también lo hizo Violet Grohl, quién hizo los coros a su padre en «Shame Shame» y luego sentada en la plataforma de la batería para la canción «Rope» de ‘Wasting Light’.