Temple Of The Dog, Say Hello 2 Heaven
Esta composición es una carta abierta de despedida para uno de sus mejores amigos Andrew Wood, vocalista de Mother Love Bone, fallecido por una sobredosis, donde a través de las líneas del tema se expresa el gran dolor que siente por su abrupta partida y lo insta a saludar al cielo. Es la única reliquia del grunge que, hasta ahora, se ha dejado prácticamente intacta. En muchos sentidos, es un registro sagrado, difícil de criticar debido a los lazos emocionales inseparables que llevaron a su creación.
Oculta entre los riffs de guitarra de blues y las voces altísimas y de otro mundo de Chris Cornell, se encuentra la historia de una ciudad y la comunidad musical que la habita. La muerte, la duda y la curación están todas presentes. Es una buena escucha por sí sola sin contexto, pero apreciar verdaderamente el disco significa sumergirse en las circunstancias que lo conducirían a él. Luego, el verdadero legado del álbum comienza a revelarse lentamente y la historia se vuelve más grande de lo que se pensaba.
Chris Cornell: «Say Hello 2 Heaven reflejaban mis sentimientos a Andy Wood»
En una vieja entrevista con Rolling Stone, Chris Cornell habló sobre «Say Hello 2 Heaven»: «Realmente no recuerdo haber hecho mucho más después del funeral, aparte de dejarme llevar por el dolor del momento. Después de un par de semanas escribí dos canciones: ‘Say Hello 2 Heaven’ y ‘Reach Down’ para Andy. No recuerdo grabar los demos, pero recuerdo las ideas y escribir las letras porque eran muy diferentes e involucraban a una persona real. Eso no era algo que normalmente haría. Normalmente escribiría un personaje que fuera en parte yo y en parte ficticio. Pero estas letras reflejaban específicamente a Andy y mis sentimientos hacia él. Fue precioso».
Dejando las palabras de lado, si “Say Hello 2 Heaven” probó una cosa sin lugar a dudas, fue que cuando llegó el momento de saludar al más allá, la voz de Chris Cornell fue la que se llevó al otro lado. Cuando llega a esos gritos finales de punto de no retorno, el título de la canción sale con un sonido tan claro, penetrante y comprensible que se siente como un decreto de un poder superior.