El dúo de Brighton formado por Mike Kerr y Ben Thatcher ha presentado un disco con mucho cuerpo y muchos riffs en un momento crucial de reinvención. Líricamente, la banda se ha vuelto aún más seria, aunque todavía incorporan temas de desamor y traición, también han profundizado en la experiencia de Kerr con la sobriedad y la conquista de demonios.

La crudeza de ‘Back to the Water Below’ se ve agravada aún más por la decisión de los dos miembros de grabar el álbum en el estudio de su casa en lugar de ir a un estudio, lo que demuestra que el vínculo entre Kerr y Thatcher es verdaderamente la base de su exitosa composición.

El nuevo álbum de Royal Blood ha reunido una mezcla de canciones de rock, pero mostrando una moderación necesaria y vertió tanta energía en sus temas más lentos y tenues. El bajo de Kerr es la base constante de su sonido, que siempre tendrá un hogar seguro en los sonidos del rock con los que dejaron su huella por primera vez. Claro, el álbum puede volverse formulado, pero como bien lo han demostrado, el rock solo se puede reinventar un número limitado de veces. Ampliar su alcance manteniendo su sonido característico presagia un nuevo comienzo prometedor.

Este es un álbum corto y ágil que dura unos  treinta minutos, pero las crecientes mareas de pecado y las olas de responsabilidad hacen de ‘Back To The Water Below’ la salida más completa de la carrera de Royal Blood. En un punto en el que la presión podría aliviarse (han encabezado varios festivales en todo el Reino Unido este año), Miker Kerr y Ben Thatcher todavía están probando algo nuevo.