Los Red Hot Chili Peppers salieron al escenario a cumplir con un setlist totalmente anticlimático. Musicalmente no se les puede poner ninguna pega, ver a Flea haciendo magia con el bajo, a Chad Smith llenando cada hueco de ritmos imposibles y a John Frusciante emocionar con sus solos de guitarra no tiene precio. El regreso de John a las jams extendidas agregó un nivel de profundidad y complejidad a las canciones que fue realmente impresionante.

No pasó mucho tiempo para que la energía en el Mad Cool pasara de la emoción llena de alegría a la confusión. Ante la decisión de armar un setlist con su catálogo de clásicos o exhibir los dos nuevos álbumes que grabaron en 2022, Red Hot Chili Peppers no eligió ninguno de los dos. En cambio, la banda optó por tocar una mezcla de canciones nuevas, incluso menos clásicas y un puñado de cortes profundos.

Los solos improvisados de John Frusciante durante canciones como “Eddie” y “Californication” contribuyeron en gran medida a demostrar que todo lo que toca Frusciante aún lo conserva sin importar el lugar. Sin embargo, parece que el sentimentalismo se perdió en gran medida en la audiencia, ya que parecían en gran medida confundidos por la lista de canciones en todo momento, solo animándose a las pocas veces que sonaba una cĺásica canción la década del 2000.

La banda tocó de primera y Kiedis conservó la voz. A lo largo de su setlist sonaron compactos toda la noche, pero nos hicimos fans de Red Hot Chili Peppers por su energía y su emoción y eso es lo que le faltó. Los presentes nos quedamos sin escuchar sus grandes temas como «Otherside», «Dani California», «Under the Bridge», «Parallel Universe» o «Can’t Stop».

El bis final con «I Could Have Lied» y «Give It Away» subió un poco la energía del público del Mad Cool. Si bien fueron los Red Hot Chilli Peppers que atrajo a la mayor multitud de todo el fin de semana, el verdadero punto culminante se presentó en el cierre de The Prodigy.

Crónica: J. Emilio

Fotografía: Mad Cool