The Bends, la primera piedra de un legado intangible

Es fácil mirar hacia atrás en la discografía de Radiohead y ver el alcance de sus logros como algo inevitable. En retrospectiva, la banda ha tenido una carrera casi perfecta: inicialmente ganó una gran atención con el muy querido y difamado «Creep» y un álbum debut impredecible en gran parte por el grunge y las bandas estadounidenses de indie rock.

Existe la sensación de que el éxito de «Creep» contribuyó a aumentar las presiones dentro del campo de Radiohead para hacer un cambio y hacer una declaración importante. Esa presión llevó a Thom Yorke a explicar por qué cancelaron su concierto en el Reading Festival: «Físicamente estoy completamente jodido y mentalmente ya tuve suficiente».

Para su siguiente álbum, The Bends, iba a ser muy diferente, pensaron para sí mismos. Tal vez fue ese breve descanso lo que permitió que Thom Yorke y sus compañeros de banda se juntaran después de la gira incesante de ‘Pablo Honey’. Cuando Yorke le mostró al productor Paul Q Kolderie algunos demos de canciones para el segundo álbum de Radiohead, quedó impresionado.

«Me quedé asombrado, pues de repente se me entregó un puñado de canciones y todas ellas eran mejores que cualquiera de P’ablo Honey’. Esta demo se tituló The Benz», había comentado el productor.

El guitarrista Ed O’Brien también notó una vez la mejora en la calidad de las canciones de Pablo Honey a lo que se convertiría en The Bends. «Después de toda esa gira con Pablo Honey, las canciones que Thom estaba escribiendo eran mucho mejores», comentó el guitarrista. «Durante un período de un año y medio, de repente, bang».

 

The Bends, la primera piedra de un legado intangible

 

The Bends se compone de un golpe a otro; cada canción puede valerse por sí misma. Aunque el álbum en su conjunto está unido bajo el paraguas de un sonido específico. El grupo de Oxford se tomó horas para ensayar, escribir, reescribir y luchar cuesta arriba contra la inmensa presión ejecutiva. Todos estos momentos de alta presión alimentaron y cumplieron la imagen icónica de The Bends como un concepto inherente pero accidental; realmente estuvo a la altura de sus expectativas y más. 

El álbum fue una declaración más amplia y estimulante, con un mayor énfasis en el lirismo social y políticamente oscuro y una instrumentación diversa. La nueva profundidad conmovedora de estas letras también pronosticó lo que Thom Yorke nos iba a dar unos años más tarde con ‘OK Computer’.

Les tomó dos años sacar ‘The Bends’, pero una vez que lo hicieron, los solidificó como algo más que una banda: les hizo darse cuenta de que no son lo que las discográficas les dictan que sean; ellos son su propia banda. Debido al logro de ‘The Bends’, decidieron a partir de ese momento que solo harían las cosas a su manera. Este disco alejó a Radiohead de la simplicidad y puso la primera piedra de la construcción de un legado intangible.