No es ningún secreto que Josh Homme ha tenido unos años difíciles. ‘In Times New Roman…’ llega después de que el compositor y principal Queens Of The Stone Age, Josh Homme,haya pasado por una serie de eventos emocionales que incluyen un divorcio muy público, rehabilitación, una batalla por la custodia de los hijos, la pandemia y la muerte de sus amigos como Mark Lanegan y Taylor Hawkins. También recientemente reveló un diagnóstico de cáncer por el que se sometió a una cirugía. Todo esto conduce a sus letras más oscuras, pero su cambio camaleónico de estilos de rock aún se sumerge en varios subgéneros en todo momento.

Elegante, primitivo y siniestro, ‘In Times New Roman…’ es QOTSA que adopta una brutalidad cruda que no solo está representada por su sonido sino también por la obra de arte del disco. Completamente autoproducida y sin invitados de alto perfil, ‘In Times New Roman…’ es más hermética que de costumbre. En este nuevo trabajo, Josh Homme elimina ese sonido dance-rock del último álbum ‘Villains’, producido por Mark Ronson, e intenta restaurar la banda a un primitivo blues. 

Temáticamente, las letras de Josh Homme parecen estar abiertas a la interpretación, pero con eso, se revelan, en ocasiones, como dardos personales dirigidos a comportamientos tóxicos y heridas autoinfligidas. Todas las canciones revelan este estado de ánimo entre la desesperación, la resignación, la aceptación, y también la rabia. Al igual que ‘Like Clockwork…’ de 2013, esta última entrega se mantiene unida de manera brillante como una sola pieza cohesiva, ambas obras publicadas después de períodos traumáticos en la vida de Josh Homme.

Josh Homme llevá diez años con Troy Van Leeuwen y Dean Fertita, el bajista Michael Shuman y el batería Jon Theodore, y por eso ‘In Times New Roman…’ suena con la solidez y determinación que únicamente está al alcance de una banda que es capaz de entenderse con solo mirarse a los ojos.

Con ‘In Times New Roman…’ vemos que a veces uno necesita mirar debajo de las cicatrices y las costras para ver la belleza, ya veces las costras y las cicatrices son la belleza.