Placebo, Never Let Me Go.

Placebo nunca ha tenido miedo de abordar temas controvertidos. Su regreso, entonces, llega en un momento apropiado, dada la incertidumbre, la división y la lucha que prevalecen en el mundo de hoy, como la sexualidad, la ruina ambiental o la urgencia cultural. En su primer disco en casi una década se puede apreciar al dúo principal de la banda de Brian Molko y Stefan Olsdal saliendo intencionalmente de su zona de confort una vez más, y al hacerlo agrega casi una hora completa de rock alternativo de alta calidad a una discografía ya excelente.

‘Never Let Me Go’ es un álbum lleno de detalles ricos e intrincados, en cada escucha algo nuevo parece surgir desde sus letras hasta sus texturas y su composición de canciones invariablemente consistente. Es un disco libre de restricciones, libre de expectativas y se ha llegado a través de una dirección casi completamente diferente. Los sonidos característicos de Placebo todavía son muy evidentes en su último lanzamiento, pero también hay muchos más sintetizadores, como explicó Brian Molko en un comunicado de prensa sobre el nuevo álbum: «Es un disco muy sintetizado. Hacia fines del 2019 yo me propuse un desafío, tratar de obtener un sintetizador en cada canción del disco. Ahora hay cuatro o cinco en cada canción, y es casi como si las guitarras distorsionadas y los sintetizadores vintage fueran tan importantes como los demás, y hay un tira y afloja entre ellos. Melódicamente, muchas veces las guitarras solo apoyan la melodía principal, que está en el sintetizador».

También una de las características más convincentes de ‘Never Let Me Go’ radica en el fascinante lirismo de Brian Molko. Rara vez es demasiado prescriptible o específico, con la intención expresa de permitir que los oyentes saquen su propio significado y conclusiones. Dicho esto, a menudo es difícil deshacerse de muchas de las fascinantes letras y coplas que llenan estas 13 canciones. Las obsesiones de Brian Molko siempre han sido sobre el amor y la confusión, pero aquí también arroja sus miedos sobre el estado del mundo. Hay tristeza, ira y tal vez un tinte de esperanza en estas canciones.

A pesar de su larga duración, la banda hace un trabajo impresionante al mantener la atención de sus oyentes en todo momento. Termina con algunos cortes más melancólicos, pero todas estas son piezas bien logradas por derecho propio. Placebo está de vuelta y suena tan bien como siempre. Siempre han hecho lo suyo, y ‘Never Let Me Go’ no es una excepción. Es el sonido de una banda que encuentra una nueva vida más de un cuarto de siglo después de su carrera, y eso es exactamente lo que los hace especiales.

Texto: J. Lucas.