«Doggerel» es un alejamiento a sus anteriores trabajo, sin embargo, todavía conservan ese sello inconfundible de los «Pixies clásicos», con los tonos de guitarra surf rock de Joey, la introducción acústica de Francis, y los ritmos sólidos servidos por Paz y David en el sección rítmica.

Hay momentos de magia metafísica esparcidos por todo el disco. La canción de apertura, «Nomatterday», es nítida y convincente, y se convierte en un coro conmovedor después del lirismo hablado del líder Black Francis.«Vault Of Heaven» es un presagio, con una intensidad fuera de la ley en tonos sepia y una guitarra aturdida al estilo occidental. Los tambores aplastantes y la indiferencia cerebral en «You’re Such A Sadducee» invocan la sensación de las pistas clásicas de Pixies como «Bone Machine» y «Down to the Well».

El tono del álbum es interesante, con muchas canciones que tienen un ambiente oscuro y espeluznante. También hay una variedad de efectos y sonidos interesantes utilizados en el disco, con elementos psicodélicos en todas partes, pero de alguna manera lograron usar esta mejora sin complicar la música.

En general, este es un álbum sólido. El sonido claramente ha madurado a lo largo de los años, pero aun así logra conservar cualidades con las que los fans encontrarán comodidad y familiaridad.

Texto: J. Lucas B.