La sala Razzmatazz vibró con la energía arrolladora de Nothing But Thieves, la banda británica de rock alternativo conquistó al público barcelonés en un show completamente Sold out, no entraba un alma.

Un público entregado

Desde el primer momento, la atmósfera en la sala era eléctrica. Los fans, ansiosos por ver a sus ídolos en acción, coreaban el nombre de la banda y aplaudían con entusiasmo. La banda no defraudó, y salió al escenario con una energía contagiosa que encendió la mecha de la fiesta.

Un setlist explosivo

El show comenzó con la intro de ABBA «Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight)», que dio paso a «Welcome to the DCC», el primer tema de su último álbum. A partir de ahí, la banda desató una batería de hits explosivos que incluyó  «Phobia», «Trip Switch», «I’m Not Made for This World» y «Last Orders».

Una ruleta de emociones

El vocalista, Conor Mason, se movió por el escenario con una energía desbordante, interactuando con el público y contagiando su pasión por la música. Los demás miembros de la banda no se quedaron atrás, y ofrecieron una actuación impecable que dejó al público sin aliento.

Un final apoteósico

El concierto llegó a su fin con «Oh No: He Said What?», «Amsterdam» y temazo «Overcome» un tema que puso el broche de oro a una noche inolvidable. El público se despidió de la banda con una ovación cerrada, coreando su nombre y agradeciéndoles por un show tan memorable.

Nothing But Thieves han demostrado una vez más por qué son una de las bandas de rock alternativo más aclamadas del momento. Su energía, su pasión y su talento son una combinación irresistible que conquista a todo el que los escucha. Han dejado huella en Barcelona. Su energía, su pasión y su talento han conquistado al público, que ya espera con impaciencia su regreso.

La banda ha prometido volver pronto, y no hay duda de que la próxima vez será aún más espectacular. «¡Hasta la próxima, Nothing But Thieves! Barcelona os espera con los brazos abiertos».

Crónica: Guillermo C.

Foto: Christian Bertrand