The Downward Spiral, el camino hacia la autodestrucción

Nine Inch Nails explotó en 1989 con su álbum debut ‘Pretty Hate Machine’, luego les dio a sus fans el EP ‘Broken’, pero cuando llegó 1994, los fans estaban más que listos para ver cuál sería el siguiente paso de Trent Reznor.

El músico sorprendió con un álbum conceptual agresivo y de bordes más duros titulado ‘The Downward Spiral’. Trent Reznor había comentado a Select Magazine cómo fue grabar este disco.

«La idea detrás del álbum es la de alguien que se deshace de todo lo que le rodea y lo convierte en una nada potencial, pero a través de su carrera, religión, relación, creencias, etc. Es menos estimulante, aunque cuando lo empecé no sabía cómo quería que sonara. Sabía que no quería ser un álbum de metal completo, así que traté de abordar el tema de la moderación. Fue un proceso largo».

 

Las letras fue el elemento que más le importaba en este disco

 

El álbum describe la espiral descendente metafórica del protagonista y cada canción te lleva a través de su propio mundo descreído que culmina en un intento de suicidio. Todos los temas profundos que pueda imaginar se pueden encontrar aquí la paranoia, la depredación y la aceptación, el poder sexual, el poder religioso, el poder de las armas, el poder del sufrimiento sobre los culpables y del consumidor sobre los consumidos son todos explotados con el tipo de presencia abrumadora que Baudelaire podría haber tenido si hubiera tenido acceso a una batería de Macintosh, una conexión MIDI y una Stratocaster.

«La razón por la que espero que a la gente le guste Nine Inch Nails sea por la letra. Creo que ese es el elemento que más me importa en este disco, en términos de honestidad y desnudez de emoción». Reznor no solo usaría sus propios temas como inspiración, sino que también confiaría en algunas influencias, citando ‘Low’ de David Bowie y la música de Iggy Pop y Lou Reed para ayudar a alimentar su fuego creativo.

 

Trent Reznor contó con una formación estelar para este disco

 

Cuando Reznor se preparó para grabar, reunió a un interesante grupo de músicos para que lo ayudaran en el proceso. Con un equipo estelar a su alrededor, Trent Reznor pudo crear formas que antes solo había soñado. El coproductor Mark «Flood» Ellis trabajó en coordinación con Reznor y The Downward Spiral se convertiría en una de las tarjetas de presentación del productor en demanda en los años venideros. Trent Reznor también tuvo a Sean Beavan, Bill Kennedy y Alan Moulder trabajando en la mezcla para el esfuerzo. En la batería Chris Vrenna controló las cosas. Stephen Perkins de Jane’s Addiction se incorporó para tocar la batería en la canción «I Do Not Want This».

El antiguo colaborador de Nine Inch Nails, Danny Lohner, aportó algo de guitarra al disco, mientras que el baterista Andy Kubiszewski y el programador Charlie Clouser también hicieron contribuciones al disco. Pero quizás el nombre más intrigante de todo eso fue el guitarrista de King Crimson, Adrian Belew.

Tal vez sea un álbum difícil de escuchar si nunca has escuchado Nine Inch Nails. Escucharlo de principio a fin requiere algo de resistencia, pero al final es realmente gratificante.