Mudhoney, Touch Me I’m Sick
Si bien Mudhoney no podía tener idea del impacto cultural de la canción, Touch Me I’m Sick, que ayudó a impulsar un movimiento musical que se convertiría en un fenómeno mundial, el líder Mark Arm explicó que, al surgir de las cenizas de su antiguo grupo Green River, sí tenían una idea clara de la visión musical en mente desde el principio.
«Teníamos una idea bastante clara de lo que queríamos hacer desde el principio. Quería hacer cosas más simples, más punk rock. Steve Turner, guitarrista que también estaba en Green River y yo, en particular, estábamos muy interesados en algunas de las bandas australianas contemporáneas que estaban sucediendo en ese momento, así como en muchas de las bandas underground estadounidenses, como garage rock de los sesenta y algunas cosas con influencias del blues y punk rock a lo largo de los años. Fue una época creativa en Seattle, pero siempre ha habido muchas bandas aquí… Mucha gente genial y rara que intentaba cosas diferentes”.
Mark Arm cree que la electrizante crudeza hace que la grabación se destaque podría tener algo que ver con el lugar donde la hicieron. “Lo grabamos en Reciprocal Recording y había en una máquina de ocho pistas”, explicó. “Algo en la forma en que todo se grabó lo hizo aún más retorcido. En la siguiente grabación que hicimos en Reciprocal, la actualizaron a una máquina de 16 pistas… pero no sonó tan crudo”.
Tras el éxito de «Touch Me I’m Sick» en Seattle, Sub Pop posicionó a Mudhoney como la banda insignia de su lista y promocionó fuertemente al grupo. El primer material de la banda se transmitió en la radio universitaria e influyó en muchos músicos locales, incluido Kurt Cobain de Nirvana. En unos pocos años, muchas bandas de Seattle firmaron con sellos discográficos importantes e irrumpieron en la corriente principal, logrando una popularidad masiva. Aunque Mudhoney nunca alcanzó este nivel de aceptación generalizada, según Mark Deming de AllMusic, el «éxito de la escena indie de la banda sentó las bases para el movimiento que (brevemente) haría de Seattle, WA, la nueva capital del universo del rock».
Desde su lanzamiento, a «Touch Me I’m Sick» se le ha otorgado un estatus clásico dentro del género grunge. Escribiendo para AllMusic, Steve Huey describió la canción como «el himno del grunge definitivo» y «una piedra de toque crucial y muy influyente en la evolución del movimiento grunge, que prácticamente define el término».