Jeff Buckley, el músico que logró cautivar a toda una generación
De personalidad magnética y extraordinario talento, Jeff Buckley poseía una voz celestial capaz de inspirar un enorme rango de sentimientos extremos, de los más espirituales a los más atormentados. A pesar de tener una trayectoria especialmente corta, logró cautivar a toda una generación con su música. Si no fuese por un desafortunado accidente, quién sabe cuán grande sería su legado y su presente.
En medio de la efervescencia del grunge sucio y salvaje, Nirvana, Pearl Jam, Alice in Chains, Jeff Buckley caminaba siguiendo su propia dirección por senderos diferentes al grunge. El músico creó «Grace», una obra diferente, una belleza dentro de un caos, capaz de sanar heridas. Grace flotaba en un espacio vago entre el folk y el rock, con leves inclinaciones hacia el jazz y cierto gusto por las orquestaciones ampulosas, que le emparentaban con un gigante como Van Morrison. «Mojo Pin», «Grace», «Last goodbye» o su versión de «Hallelujah» de Leonard Cohen representaban una especie de equilibrio en medio de unos años marcados por otros estilos musicales.
Su voz, versátil como pocas, con un rango amplísimo y de una singularidad desconcertante, apabullaba a cualquiera. Buckley podía pasar de extremos operísticos y grandilocuentes, como un equilibrista balanceándose sobre el exceso, a refugiarse de repente en el más delicado de los susurros.
Muerte al ritmo de Led Zeppelin
Jeff Buckley había viajado hasta Memphis, para grabar su segunda placa, que llevaría por nombre ‘My Sweetheart The Drunk’, y esa noche llegaría su banda a la ciudad para comenzar el proceso de grabación.
No obstante, el futuro se enturbió con la fatalidad. El 29 de mayo de 1997 la corriente del Mississippi lo arrastró por el Río Wolf mientras cantaba “Whole lotta love”, de Led Zeppelin: You’ve been learning/ Um baby I been learning/ All them good times baby, baby/ I’ve been year-yearning… El río se llevó un artista completo con una voz única, espiritual, pero lo que no se llevó fue su legado y el reconocimiento de una obra de una dimensión y una magnitud abrumadora, a la altura de los grandes álbumes de la historia de la música.
Su legado
Durante su vida y luego de su muerte, Jeff Buckley ha inspirado a un sinnúmero de artistas, entre los que podemos encontrar a Chris Cornell, Thom Yorke de Radiohead, Matt Bellamy de Muse, Ryan Adams, Brandon Boyd de Incubus o Julien Baker.
Su consideración como genio, dentro de la profesión sigue tan vigente que se han escrito nada más de sesenta canciones en homenaje a la figura de Jeff Buckley como «Wave Goodbye» de Chris Cornell o «Memphis» de PJ.Harvey. Su álbum ‘Grace’ tuvo elogios de grandes artistas como Jimmy Page, Robert Plant, Bob Dylan o Paul McCartney.