Faith No More estuvo en la cima de su juego durante los años transcurridos entre ‘The Real Thing’ y ‘Angel Dust’. El clima de la música alternativa se había vuelto mucho más oscuro y serio desde su período más divertido y teñido de glamour a finales de los años ochenta y esto se nota en ‘Angel Dust’. 

«Después de hacer la gira de The Real Thing durante un año y medio, que fue probablemente el disco más convencional que jamás hayamos hecho, creo que ser convencional dejó de ser emocionante», había comentado el bajista y coautor Bill Gould. «Teníamos una necesidad real de re-descubrir la música nuevamente y lo hicimos con Angel Dust. Sé que nos desanimó mucho adoptar ese enfoque, pero creo que era el único enfoque que como artistas podíamos adoptar».

En este trabajo, la banda apostó por canciones más pesadas y complicadas, Billy Gould añade un golpe más profundo a su forma de tocar el bajo, Roddy Bottum ofrece una interpretación mucho más majestuosa y sinfónica en su teclado, y Mike Patton canta en una voz mucho más baja, pareciendo más adulto y serio a diferencia de su voz más aguda e infantil en ‘The Real Thing’. Además del ritmo puro, también se enfatiza la atmósfera mientras se lleva a cabo más experimentación. ‘Angel Dust’ es Faith No More convirtiéndose en una banda más capaz y multifacética y al mismo tiempo capaz de escribir una melodía espectacular.

Faith No More hizo uno de esos álbumes de la época que estaban llenos de todo tipo de ideas y experimentos. Desde la apertura de «Land Of Sunshine», sabrás que te espera algo diferente; eso hace que te atrape y te sientes obligado a continuar con el álbum. Quizás sea el infravalorado bajo de Bill Gould o los patrones de batería de Bordin lo que te atrae; de cualquier manera, te espera un viaje salvaje.

El productor Andy Wallace hizo un gran trabajo gracias a los talentos colectivos e individuales de todos los integrantes de la banda haciendo su propio peso y algo más. En el disco podemos encontrar puntos brillantes como «Midlife Crisis»,  «A Small Victory» o la extensa mini-épica «Everything’s Ruined», una canción que aparentemente solo tiene más sentido a medida que pasa el tiempo. 

‘Angel Dust’ es único en eso: pregúntale a diferentes personas cuál es su canción favorita del álbum y probablemente obtendrás varias respuestas diferentes, y cada canción será lo suficientemente fuerte como para justificar la selección. Si eso no es señal de calidad entonces no sé lo que es.