La banda de Santa Cruz lanzó su álbum debut, ‘California Cursed’, justo cuando la mayoría del mundo comenzaba a enfrentarse a una nueva y aterradora realidad. Sobre el papel, probablemente no podría haber habido un peor momento para lanzar un disco de hardcore listo para mosh, pero el impacto del álbum fue inmediato. El cuarteto se convirtió en una de las primeras, y para muchos sigue siendo la mejor, banda de hardcore emergente de la pandemia; Epitaph Records los contrató lo más rápido que pudieron, y han mantenido el impulso desde entonces para traerlos a su igualmente brillante segundo trabajo, ‘Living Proof’.

Con su álbum ‘Living Proof’ están más cerca que nunca de llevar la intensidad de su show en vivo al formato grabado. Producido por Taylor Young (Deadbody, God’s Hate, Twitching Tongues) y mezclado por Jon Markson, las canciones de ‘Living Proof’ se sienten a veces como si la banda estuviera tocando frente a ti, con una energía constantemente atractiva que se siente a lo largo de todo el disco.

DRAIN logra sorprender en canciones como Intermission o el cover de Descendents

El disco logra tener muchos momentos memorables sin alargar nada. Incluso con solo una canción que alcanza la marca de los tres minutos, la banda todavía encuentra tiempo para agregar un solo ocasional y las transiciones también ayudan a darles a algunos de ellos una identidad individual. Es cierto que los riffs de crossover y hardcore más tradicionales alcanzan su punto máximo durante la primera mitad, ya que, si bien la segunda mitad sigue siendo sólida, no salta tanto de una canción a otra. Pero la segunda mitad también es donde DRAIN incorpora algunos elementos inesperados que muestran que son más que una banda de hardcore orientada a la nostalgia. “Intermission” cuenta con la colaboración de Shakewell que hace trap y hip hop durante unos treinta segundos antes de que DRAIN vuelque todo su hardcore, y es un salto inesperado a otro estilo musical que realmente funciona muy bien. La otra sorpresa es su versión de «Good Good Things» de Descendents que muestra que la banda puede sacar el lado melódico del punk y hacer que encaje con el resto de su material.

‘Living Proof’ es sin dudas una destilación de todo por lo que DRAIN es conocido: una mezcla divertida y enérgica de estimulante hardcore con tintes de thrash absolutamente hecha para la legendaria experiencia en vivo del grupo. Además, el álbum hace honor a su nombre y establece a DRAIN como una banda refrescante y muy necesaria en una escena que está en crecimiento.