Pocas bandas han hecho mejor música adolescente cuando aún estaban en su adolescencia que The Descendents. Pocos fueron tan naturales y sin pretensiones como ellos, y menos aún terminaron recibiendo tanta atención. The Descendents no podría ser más serio al nombrar su álbum ‘Milo Goes To College’ porque eso es exactamente lo que estaba sucediendo. De hecho, el cantante Milo Aukerman se disponía a iniciar los estudios que más tarde le otorgarían el doctorado en Bioquímica.

El futuro de Descendents parecía bastante sombrío, pero tenían la intención de salir con fuerza. ‘Milo Goes To College’ contiene 15 canciones y concluye en poco más de 22 minutos. Como suelen ser los álbumes de punk, ‘Milo Goes To College’ es muy breve y va al grano. Casi todas las canciones tienen entre uno y dos minutos, lo que al principio hace que gran parte del álbum se mezcle, pero tras escucharlas repetidamente, el valor individual de cada pista prevalece.

Los dos pilares de Descendents siempre han sido el vocalista Aukerman y el baterista Bill Stevenson. El sonido de la banda no sería el mismo sin estos participantes. Aukerman, con su capacidad de sonar herido o molesto al mismo tiempo que lleva una melodía, y Stevenson, que puede hacer que cualquier canción suene como si fuera dos veces más rápido de lo que realmente es empleando un estilo inhumanamente rápido y preciso, han dado la bienvenida a un puñado de diferentes guitarristas y bajistas durante toda la trayectoria de la banda.

El álbum comienza con una explosión en «Myage», comenzando con una línea de bajo rápida. Milo Aukerman se une junto con guitarras rápidas y percusiones fuertes mientras canta con voz ronca. Es la canción más pegadiza del álbum, lo que la convierte en una apertura muy apropiada.

«Suburban Home» es un comentario mordaz sobre el modo de vida conformista en Estados Unidos: «Quiero ser estereotipado, quiero ser clasificado, quiero ser un clon, quiero una casa suburbana». Respaldando el ingenio seco del líder está el tipo de maestría musical que rara vez se ve en los primeros días del punk. Lombardo, Navatta y Stevenson dirigen la música a través de cambios de tempo y juntos muestran un nivel de habilidad más allá de su juventud.

‘Milo Goes To College’ es importante porque establece muchos de los matices del pop-punk, como armonías vocales como en «Statue Of Liberty», coros pegadizos en «Kabuki Girl» y letras enamoradas como en «Hope». No sólo creó el modelo de todo un género, sino que este disco se erige como uno de los álbumes más importantes de la escena punk de California. ‘Milo Goes To College’ es un lanzamiento muy querido por los fanáticos del hardcore punk clásico de la vieja escuela.