En una reciente entrevista con la revista Mojo, St. Vincent habló sobre su próximo disco y señaló que será un trabajo «más oscuro y más duro» que su anterior, Daddy’s Home.

La artista grabó en su propio estudio Compound Fracture en Los Ángeles, Electric Lady en Nueva York y en el estudio de Steve Albini, Electrical Audio en Chicago. Tanto Dave Grohl como el nuevo baterista de Foo Fighters, Josh Freese, aparecen en el álbum, al igual que Cate Le Bon.

«Necesitaba profundizar más para encontrar mi propio vocabulario sonoro», comentó Clark en la historia. «Me gusta pensar en el disco como pop post-plaga, tiene mucho que ver con el cielo y el infierno, del tipo metafórico. Lo cual es apropiado, porque yo diría que estar solo en un estudio durante tantas horas es una versión del infierno».

Según se informa, el álbum incluye sintetizadores de los años setenta y ochenta como también muchas guitarras. Según Clark, «suena psicótico, a partes iguales el sonido más cáustico y también, creo, el más floreciente sonoramente». Se anuncia como una desviación del su álbum Daddy’s Home de 2021.