Cannibal Corpse, Chaos Horrific

‘Chaos Horrific’ los ve negándose obstinadamente a abandonar el camino elegido. Son 40 minutos de death metal repletos de gruñidos guturales, solos de guitarra que inducen a la psicosis y alguna que otra ruptura con influencias hardcore. Cannibal Corpse regresa justo donde lo dejaron en ‘Violence Unimagined’. Las voces salvajes y el trabajo instrumental tenso pero insondablemente pesado son una unidad funcional de depravación como siempre, con su composición muy capaz pero fácilmente agradable que profundiza ferozmente en la carnicería desde el principio.

Este es el primer disco con el nuevo guitarrista Erik Rutan de Hate Eternal, quien aporta un ritmo visceral a su sonido que ciertamente puede compararse con sus otros trabajos, sin contaminar el sonido puro y venenoso de Cannibal Corpse. Temas como «Pitchfork Impalement» aprovechan la capacidad de Rutan para equilibrar los sonidos retro con las ventajas de la producción y los sonidos modernos. Como resultado, no sorprende que las guitarras sean el elemento más fuerte del álbum, con la producción de Rutan y Barrett creando espacios para los riffs gruesos y afinados y las emocionantes líneas principales que encajan perfectamente en la mezcla.

Musicalmente, explora la montaña rusa sonora característica de Cannibal Corpse: tempos abrumadores y rápidos en «Overlords of Violence» y  «Frenzied Feeding», aplastantes secciones de ritmo lento en «Summoned For Sacrifice» o  «Blood Blind» y ritmos convincentes «Pestilential Rictus», todo con esa vibra única que los hace único.

Claramente, todavía hay mucha energía e inspiración corriendo por las venas de Cannibal Corpse. ‘Chaos Horrific’ demuestra una vez más que Cannibal Corpse no solo son los reyes del death metal, sino también los reyes de la consistencia.