El Movistar Arena vibró al sonido infernal de Slipknot

Slipknot es sin duda uno de los actos más feroces que existen. Han sido una fuerza dominante en el metal durante más de dos décadas. Con un Movistar Arena repleto, Slipknot arrasó con todo desde el primer minuto con «Disasterpiece» y su éxito seminal «Wait and Bleed». Pero fueron las canciones, «All Out Life» y «Sulphur»  las que realmente hicieron enloquecer al público con una gran descarga de adrenalina.

Con un recorrido por sus más de 20 años de trayectoria, en su setlist estuvieron presentes sus canciones más clásicas como «Before I Forget», «Duality» y también temas de su nuevo trabajo como «The Dying Song (Time to Sing)». Luego de esta canción, Shawn Crahan tomó el micrófono para pedir al público que saludaran a Corey Taylor por su cumpleaños.

La comunión entre el público y Slipknot

A lo largo de la noche, Slipknot mantuvo a la multitud completamente involucrada durante todo el concierto, entendiendo la importancia de crear una atmósfera en el lugar e hizo un trabajo fantástico esforzándose por comunicarse en español durante toda la noche y sellando un vínculo con el público. La banda de nueve integrantes ha pasado años en la industria mejorando sus instrumentos y perfeccionando su maestría musical, y eso no pasa desapercibido. Ser una banda de tantos miembros y hacer que todos los instrumentos se complementen entre sí mientras se esconden bajo máscaras pesadas es algo que no muchos músicos pueden hacer y lo que finalmente hace de Slipknot una banda tan única que no se puede comparar con otra.

Finalizando su concierto en el Movistar Arena, la banda sonó sólida en «Duality» y en su furioso headbanger «Spit It Out». Slipknot estuvieron absolutamente fantásticos y no dejó nada sobre la mesa. En el encore final sonaron «People = Shit» y «Surfacing» para enviar feliz a su público a casa. Sin duda, Slipknot es una banda que debes presenciar una vez en la vida.

Texto: Rockwheels

Cobertura: Facundo A.