Godflesh crea una atmósfera brutal en la Sala Copérnico de Madrid

El pasado 11 de mayo, la sala de conciertos Copérnico se convirtió en el epicentro del metal en Madrid. Las bandas Adrift, Inerth y Godflesh hicieron vibrar a los asistentes con su energía y potencia sonora.

La noche comenzó con la actuación de Adrift, una banda local de Madrid de post-metal, que desde el primer momento consiguió meter al público en su bolsillo. Su mezcla de ritmos pesados y melodías épicas fue un auténtico deleite para los oídos. Canciones como «Mist» o «Confluence of Fire» hicieron que el público no pudiera dejar de moverse al son de la música.

Después de Adrift, subió al escenario Inerth, una banda madrileña de metal progresivo que dejó a todos con la boca abierta. Su habilidad técnica y su complejidad musical impresionaron a los presentes, que no dejaban de aplaudir y vitorear a la banda. La voz del vocalista se mezclaba a la perfección con las melodías de la guitarra y el bajo. Estos músicos veteranos de la escena underground con más de veinte años de experiencia a sus espaldas demostraron que esta es una banda a tener en cuenta en el panorama nacional. 

 

Godflesh crean una atmósfera brutal 

 

Godflesh, en su carrera alrededor del mundo, nunca ha dicho que no a nadie, ni en términos de ubicación ni de bandas de apoyo. En 1991 abrieron para Nirvana en el Astoria de Londres, y hace unos años atrás se embarcaron en una gira legendaria con Neurosis.

La banda subió al escenario para cerrar la noche con broche de oro y arrasando con todo a su paso. Haciendo que los asistentes saltaran y gritaran al ritmo de la música. En su setlist no faltaron canciones como «Shut Me Down»,  «Like Rats», «Weak Flesh» o «Post Self» para crear una atmósfera brutal. Después de todo, los beneficios de tener una caja de ritmos en lugar de su contraparte humana se explican por sí mismos cuando se trata de analizar el gélido sonido industrial del dúo: les da una cualidad marcial que nadie de nuestra especie sería capaz de replicar.

Para cerrar una noche perfecta, la banda terminó tocando «Crush my Soul» y «Slateman». Sesenta minutos sin paradas (el buen Logic Pro X no perdona, en este sentido) ni una palabra entre canción y canción, aunque fuera solo un «gracias»: se van empapados en sudor, casi evitando despedirse y dando por hecho que no habrá bises, no forman parte de la estética Godflesh, y de hecho no hay protestas, murmullos o quejas que se atrevan a pedirlos.

En definitiva, el concierto de Adrift, Inerth y Godflesh en la sala Copérnico fue una auténtica pasada. Tres bandas de metal de primer nivel que hicieron que los asistentes disfrutaran de una noche inolvidable llena de música y diversión. Sin duda, una experiencia que nadie se querrá perder la próxima vez que estas bandas vuelvan a los escenarios.

 

Cobertura: Fausto P.

Texto: Rockwheels