D.R.I., el placer de volverlos a ver

Desde sus inicios en 1982, Dirty Rotten Imbeciles (D.R.I.) se ha convertido en una leyenda del crossover thrash y el hardcore punk norteaméricano. Conocidos por su sonido agresivo y sus letras políticas, la banda de Houston, Texas, ha inspirado a generaciones de músicos y fans en todo el mundo.

Con más de cuatro décadas de carrera, D.R.I. está celebrando sus 40 años con una gira por Sudamérica. La banda se presentó el viernes 10 de marzo en El Teatrito de Buenos Aires. En esta gira tan especial, se han asegurado de llevar un repertorio bien completo por lo que les dio tiempo a ofrecer sus mejores temas.

 

La espera valió la pena

 

Tuvimos que esperar tres décadas para volver a ver en el escenario a los Dirty Rotten Imbeciles en Argentina. Al comenzar el concierto, el sonido estaba muy bien ecualizado, pero desde aquí fueron subiendo el volumen y la intensidad. Sin hablar demasiado con el público, los temas iban cayendo uno tras otro, y de vez en cuando hacían algún parón para afinar los instrumentos y tomar aliento. Los más cortos y picaditos venían del álbum ‘Dealing With It’ (1985), que se intercalaban con  sus otros discos ‘4 of Kind’ (1988)  ‘Dirty Rotten EP’ (1984).

En la sala se notaba una gran energía y los fans demostraron que podían estar perfectamente haciendo pogo durante las horas que hiciesen falta. Los momentos más celebrados venían con temas como «Violent Pacification», «Argument Then War»,«Acid Rain», «Who Am I» o «Nursing Home Blues». 

Después de una hora de concierto, estos pioneros del crossover terminaron la noche por todo lo alto, haciendo retumbar las paredes de El Teatrito con «Beneath the Wheel»,«I’d Rather Be Sleeping»,«I Don’t Need Society»«The Five Year Plan». Al terminar, la gente salía al exterior con una sonrisa a tomar aire fresco, ya que el calor de la sala era insoportable. 

 

La música de D.R.I. sigue atrayendo a sus viejos fans y también encuentran nuevos fans 

 

Lo más impresionante es probablemente el hecho de que después de 40 años, el cantante Kurt Brecht y el guitarrista Spike Cassidy todavía siguen teniendo está pasión por la música. Es un verdadero testimonio de su perseverancia. A pesar de ser muy influyentes, nunca entraron en la corriente principal como algunos de sus contemporáneos. Su ética de trabajo los ha mantenido en el camino y relevantes.

La música de D.R.I. ha envejecido bien y sigue encontrando una nueva audiencia con otra generación de punks y headbangers. La banda se ganó una reputación como exponente del género Crossover sin morir en ello. Ese toque de enfrentamiento e irreverencia con que la música se transforma en un arma letal frente a la cual solo queda una de dos: caer rendido de rodillas o dejar la vida en el pogo. 

 

Texto: Rockwheels

Cobertura: Nahum Agustin R.