Comeback Kid piso el acelerador a fondo en Madrid

Hay muy pocas bandas que hayan aportado tanto como Comeback Kid a su género. El grupo ha existido durante casi dos décadas en este momento y ha pasado la totalidad de su carrera produciendo un flujo aparentemente interminable de canciones de hardcore punk con infusión de metal, que influyeron en innumerables bandas más jóvenes en el camino.

La energía en la sala ya estaba caldeado con la banda telonera Desorden, y cuando Comeback Kid comenzó el concierto la sala era pura ebullición de energía. A lo largo de la noche los nativos de Winnipeg pisaron el acelerador a fondo para ofrecer un set que abarcó su extensa carrera y que aún mantiene las inmersiones en el escenario, moshing y tomas de micrófono que han sido parte integral de los espectáculos de la banda desde sus inicios.

El sonido fue bueno, mientras descargaba temas de su discografía como el impresionante himno «Wake the Dead» u otros de calado como «Talk Is Cheap» o «All in a Year». Andrew Neufeld demuestra que es un gran frontman arriba del escenario, el tipo lo dio todo en cada canción en cada estribillo y no paraba de moverse y animar al público, mientras sonaban más temazos como: «False Idols Fall», «Do Yourself a Favor» o «G.M. Vincent & I». Jeremy Hiebert no paró de rasgar su guitarra con fuerza en toda la noche y al otro lado estaban el guitarrista Stuart Ross y el bajista Ron Friesen, ambos haciendo coros y gozando de la cálida acogida que estaba teniendo su directo en Madrid. El batería Loren Legare demostró que es el auténtico pulmón del grupo, estuvo brillante en cada canción.

La cosa no terminó ahí porque nos calentaron bien, con más temas explosivos de su discografía como: «Partners in Crime», “Absolute” o  “Surrender Control”. Comeback Kid ha sido un elemento básico del género desde sus inicios y este concierto en la sala Nazca de Madrid fue una prueba indiscutible de ese hecho.

Fotógrafa: Martina Forchino

Texto: Rockwheels