Poppy, Negative Space
Para ‘Space Negative’, Poppy ha decidido centrarse en crear un disco de metal moderno y completo, trayendo al ex miembro de Bring Me The Horizon, Jordan Fish, para las tareas de producción, y esto ha resultado ser una auténtica obra maestra.
Poppy puede pasar de ser una niñita modesta con la voz de un ángel a una devoradora de sangre demoníaca en un abrir y cerrar de ojos, y ese tipo de imprevisibilidad contribuye con un suspenso que es vital para la experiencia del álbum. Lo mismo puede decirse de la variación compositiva entre momentos suavemente atmosféricos y frenéticas bacanales de locura y veneno.
Temas como «They’re All Around Us» y «The Center’s Falling Out» son tan intensamente estimulantes como cualquiera que puedas escuchar de una banda de metal extremo. Luego están las canciones de pop puro. «Crystallised» brilla con las voces procesadas y el brillo maximalista del hiperpop.
Este álbum, en cuanto a las letras, es poético en su naturaleza introspectiva y anhelante, a menudo subrayada por una abrasividad rara vez contenida que se suma a la intensidad del tema en cada canción. Los interludios en canciones como “Yesterday”, “Tomorrow”, y “Hey There” sirven como marcadores de lo que creo que son los puntos críticos de esta historia. En un sentido general, Poppy parece estar mirando hacia atrás al peso del ayer y los errores que contiene, mientras deja el terrible trabajo del cambio para un mañana indefinido. Este es un concepto tan universalmente relevante, pero uno que nunca he visto explorado de la manera elocuente en que Poppy lo hace aquí.
Negative Spaces es más que una búsqueda sonora más para Poppy; es una confrontación vulnerable y apasionante con el tormento que todos enfrentamos, pero que evitamos ávidamente aceptar dentro de nosotros mismos. Cada canción de este disco se siente como un nuevo capítulo y un avance en la anécdota desafortunadamente familiar que ella comparte. Poppy tiene el don de asociar el sonido y el género con un sentimiento que quiere provocar en sus fans; en este caso, una exposición visceralmente honesta de la autodesconexión y el odio. Ningún otro trabajo suyo se siente tan cuidadosamente elaborado como Negative Spaces.
Este disco consolida a Poppy como una fuerza inimitable en la música que no tiene miedo de traspasar los límites tanto en la conformidad musical como en la vulnerabilidad personal.