Mudhoney demostró en Barcelona que el grunge sigue vivo
Los padrinos del grunge, Mudhoney, volvieron a sacudir suelo español con su gira más reciente, repartiendo distorsión, solidez y energía a lo largo del país. El lunes 9 de septiembre el escenario de Razzmatazz 2 en Barcelona fue testigo de un auténtico viaje en el tiempo, cortesía de una banda que nunca perdió su esencia. Con su último disco, Plastic Eternity, bajo el brazo, los de Seattle han dejado claro por qué siguen siendo una de las bandas de culto más influyentes del grunge.
La noche arrancó con Thee Eliam, una banda que ha sabido capturar la esencia del rock americano con influencias del punk y el garage, fueron los teloneros perfectos para calentar al público antes de la actuación principal. Su energía y su sonido crudo crearon el ambiente ideal para una noche de rock salvaje. Este cuarteto, liderado por Liam Barksdale y la talentosa donostiarra Elissa Anaut, junto a Javier Vallejo en la batería y Michael Ashby en el bajo, trajo un sonido que mezclaba lo mejor del punk y el garage rock, siendo la chispa perfecta para preparar al público para la descarga principal.
Después de ese calentamiento, Mark Arm, Steve Turner, Dan Peters y Guy Maddison demostraron que la edad es solo un número. Sobre el escenario, se movían con la energía de unos veinteañeros, contagiando al público con su pasión por el grunge. Alguien del público les arrojó una camisa al escenario, Mark la tomo y bromeando dijo “antes nos tiraban bragas o panties, ahora camisas de hombres mayores”
Como si no pasara el tiempo, la voz desgarrada de Mark, los riffs sucios de Steve, el bajo rítmico de Guy y la batería demoledora de Dan, hicieron retumbar clásicos como «Sweet Young Thing (Ain’t Sweet No More)», «Touch Me I’m Sick», «Suck You Dry», «In ‘n’ Out of Grace» y «Here Comes Sickness». La intensidad de los temas nos devolvió a los noventa, esa época dorada del grunge que sigue resonando en nuestros corazones.
Lo del lunes por la noche no fue solo un concierto, fue una auténtica celebración del sonido crudo que Mudhoney ha mantenido fresco, incluso después de décadas. A pesar de los años, la banda no ha perdido ni una pizca de su esencia. Su música sigue siendo tan poderosa y adictiva como siempre, demostrando que el grunge no es cosa del pasado, sino una fuente de inspiración continua para nuevas generaciones.
Y ahí está la magia de Mudhoney: su capacidad para seguir sonando tan frescos como en sus inicios. Con Plastic Eternity, han demostrado que todavía tienen mucho que decir y que el grunge no es solo historia; es presente, y vaya que sigue dando guerra.
Si te perdiste esta explosión de energía grunge en Barcelona, no te preocupes, porque el tour sigue rodando. Aún tienes la oportunidad de verlos en ciudades como Roma, Milán, Zagreb, Belgrado, Viena, Berlín, Bruselas y más. Así que ya sabes, si el grunge corre por tus venas, no dejes pasar esta oportunidad, porque anoche en Barcelona, Mudhoney no solo nos trajo nostalgia, sino que nos hizo sentir que el grunge sigue vivo y pateando fuerte.
Fotógrafo: Guillermo C.
Crónica: Carolina D.
Instagram: Rockwheels.ok